El Vacío
Todo intento de llegar a un acuerdo con mis hijos sobre cuándo puede considerarse terminado un envase de mermelada fue inútil.
Yo los consideraba terminados; ellos, no.
Yo no los tiraba; ellos no los terminaban.
Cuando los frascos llevaban tres semanas ‘abandonados’ en la nevera, impregnaba con su contenido un papel de 22 × 22 cm.
Repetí este acto 55 veces, hasta que dejé de encontrar frascos varados en la heladera.
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