From this juice, a flower will grow

Fue en el cruce de Magdala y Magadán
Donde expulsó siete demonios sobre ella.
Poco se le perdona al que poco ama.
Simón, ¿quién mandó la mayor corona a Don Don Teflón?

 

(coro:)
Now you can squeeze my lemon
'til the juice run down my leg
You want to squeeze my lemon
Squeeze it every night

 

Me puse detrás de él, llorando junto a sus pies,
y comencé a mojárselos con mis lágrimas
y a secárselos con mi cabello.
También le besaba los pies tiernamente,
y derramé el aceite perfumado sobre ellos.

 

(coro:)
Now you can squeeze my lemon
'til the juice run down my leg
You want to squeeze my lemon
Squeeze it every night

 

¿Quién es este hombre que hasta perdona pecados?
¿Con quién podría comparar a la gente de mi generación?
¿A quiénes se parecen?
Son como los niños tomando cerveza en el estacionamiento
y se gritan unos a otros:
"Les tocamos la flauta, pero ustedes no bailan;
les cantamos canciones de duelo, pero ustedes no lloran”.

 

You want to squeeze my lemon
Now you can squeeze my lemon
I promise you: from this juice a flower will grow

Patt & Bill
Alrededor de los años 70 del S.XX

‘Flor de limón’
Lápiz sobre papel vegetal, parche para talón y fotografía.
36 x 47 cm
Jaime Serra
2001


‘From this juice, a flower will grow’ (De este jugo, crecerá una flor) reúne las típicas características de las canciones de Patt and Bill: una singular combinación entre estrofas de viejas canciones del blues del Mississippi y citas de las Sagradas Escrituras, con leves –pero fundamentales- modificaciones que las conjugan dándose consistencia.

Fue en el cruce de Magdala y Magadán
Donde expulsó siete demonios sobre ella.
Poco se le perdona al que poco ama.
Simón, ¿quién mandó la mayor corona a Don Don Teflón?

La primera frase de la canción es toda una declaración de intenciones: una mixtura perfecta entre el blues del delta y la Biblia: pareciera que el cruce al que se refiere, alude, muy probablemente y teniendo en cuenta el estribillo posterior, al mítico ‘crossroad’, en el que el icono del blues Robert Johnson vendió su alma al diablo a cambio de un inigualable modo de tocar blues con la guitarra. Ahora bien, si el encuentro entre Johnson y el diablo se produjo en la encrucijada de las rutas 61 con 49, aquí se habla de Magdala y Magadán, lo que nos lleva, sin escalas, al corazón de la Biblia. Magdala fue una ciudad ubicada en las orillas del mar de Galilea y lugar del que provenía María Magdalena, sin duda una de las compañías más controvertidas de Jesucristo. Por otra parte, Magadán, es una ciudad a orillas del mar de Ojotsk, en el extremo oriental de Rusia, frente a Japón. Si los cruces de caminos, en general, forman parte del imaginario popular estadounidense, este, en concreto, pareciera ser un cruce en ninguna parte. Es decir, una metáfora acerca de las encrucijadas que la vida ofrece.

La letra continua por el sendero bíblico, aunque otorgándole un giro del carácter sexual que toda la canción contiene: ‘donde expulsó siete demonios sobre ella’. En la Biblia se habla de un Jesucristo que expulsa siete demonios de María Magdalena, no sobre ella…

 Del mismo modo, ‘poco se le perdona al que poco ama’ es una frase (por cierto, de poderosa belleza) extraída (palabra más, palabra menos) de los pasajes bíblicos en los que Jesús defiende, frente a sus desconcertados y enojados discípulos, a la pecaminosa María Magdalena.

 La primera estrofa la cierra una frase de características similares a la apertura. Teniendo en cuenta el contexto, no cabe duda de que el Simón al que se refiere, es el discípulo-hermano de Jesús, al que increpó por perdonarle a María todos los pecados tras el ‘food massage’ más famoso de la historia. En el pasaje bíblico, Jesús le expone a Simón el ejemplo de un prestamista que perdona a dos deudores que no tenían con que pagar. “Uno debía 50 días de sueldo y el otro 500, (…) ¿Cuál de ellos lo amará más?”, pregunta Jesús a Simón. Trazando una analogía, se entiende que quien manda la corona más grande a un entierro es el que más amor manifiesta (o presume) al finado, que, en este caso vivía, en buena medida, de la usura: Don Don Teflón, popular alias de un icono del violento New York de los 70’s: el mediático mafioso John Gotti. 

 

Now you can squeeze my lemon
'til the juice run down my leg
You want to squeeze my lemon
Squeeze it every night

 

De este modo llegamos al estribillo que es, literalmente, Robert Johnson. Si bien son numerosos los temas populares que se refieren —con evidentes segundas intenciones— a ‘exprimir el limón’ (siendo, probablemente, el de Led Zeppelin el más famoso), “now you can squeeze my lemon 'til the juice run down my leg”  ("Ahora puedes exprimir mi limón, hasta que el jugo se deslice por mi pierna”) está extraído, palabra por palabra, de la letra de ‘Travelling Riverside Blues’ de Johnson.

 

Me puse detrás de él, llorando junto a sus pies,
y comencé a mojárselos con mis lágrimas
y a secárselos con mi cabello.
También le besaba los pies tiernamente,
y derramé el aceite perfumado sobre ellos.

 

Y de literal a literal: la siguiente estrofa pasa, de nuevo, hacia el terreno santo: la descripción de cómo María Magdalena lava los pies del hijo de Dios. Aunque con un no menor cambio: de tercera a primera persona. Lo cual acrecienta el carácter casi obsceno de la canción: esta estrofa la cantaba la pequeña ‘Patt’ (que apenas tenía trece años), tras (y antes de) el estribillo pornográfico que entonaba un ‘Bill’ maduro, de voz más cavernosa que la cuenca de Atchafalaya que –probablemente- le vio nacer.

 

¿Quién es este hombre que hasta perdona pecados?
¿Con quién podría comparar a la gente de mi generación?
¿A quiénes se parecen?
Son como los niños tomando cerveza en el estacionamiento
y se gritan unos a otros:
"Les tocamos la flauta, pero ustedes no bailan;
les cantamos canciones de duelo, pero ustedes no lloran”

 

A partir de aquí, y salvo el estribillo final, la canción, aunque anclada en lo bíblico, toma otros derroteros: la crítica al mundo que les rodea (¿sobre Jesús-Magdalena?, ¿de Patt & Bill¿, ¿acerca de cualquier pareja fuera de la moral imperante?): ¿quiénes son los demás para juzgar?, apenas adolescentes ‘litroneros’ que esperan, caprichosamente, que les bailemos el son de su ‘flauta’. 

 

I promise you: from this juice a flower will grow

 

La canción regresa a un estribillo que cierra con una promesa. ¿De amor prohibido en forma de nueva vida engendrada?


Anterior
Anterior

Siguiente
Siguiente